Kobe Bryant, un gigante también en los negocios

El domingo, un fatal accidente de helicóptero acabó con las vidas del exjugador de Los Angeles Lakers Kobe Bryant y de otras ocho personas, una de ellas su hija, Gianna Maria Onore, de 13 años, después de que el aparato se precipitase al vacío en la localidad de Calabasa (California) a pocos kilómetros de su residencia. Su prematura muerte, a los 41 años de edad, supone el adiós a un mito del deporte mundial, pero también la desaparición de un empresario emergente y un prometedor hombre de negocios.

Bryant lo logró casi todo con un balón en la mano -cinco veces campeón de la NBA, 18 veces All-Star, dos veces medalla de oro en los Juegos Olímpicos-, pero su ambición iba mucho más allá de las canchas y desde muy pronto dio muestras de que su futuro, una vez finalizada su carrera como deportista profesional, iba a estar en los despachos.

En 2013, tres años antes de retirarse, el escolta decidió seguir el ejemplo de otro ídolo angelino, Magic Johnson, que en 1987 puso en marcha su propia firma de inversión, y cofundó la empresa de capital riesgo Bryant Stibel junto con el fundador de Web.com, Jeff Stibel. La compañía cuenta a día de hoy con más de US$ 2.000 millones en activos y ha invertido en docenas de compañías de tecnología, medios y datos a lo largo de estos años. Según figura en su página web, el fondo ha protagonizado al menos diez desinversiones con éxito, entre las que figuran Dell y Alibaba.

También es accionista de Epic Games, creador del popular videojuego online Fortnite, la firma de pagos digitales Klarna y la marca de productos para el hogar The Honest Company.

La implacable ética de trabajo que guió los 20 años de Bryant en la NBA y su obsesión por ser mejor cada día (con 37 años anotó 60 puntos en su último partido como profesional) también ayudó a impulsar su transformación en empresario. Antes de dar el paso de fundar Bryant Stibel, el deportista contactó con su amigo Chris Sacca, fundador de Lowercase Capital, un fondo de capital riesgo que invirtió en las primeras etapas de firmas como Twitter, Uber o Instagram.

Bryant contó sus planes a Sacca y le pidió consejo sobre cómo iniciarse en el mundo del venture capital. El empresario no le tomó demasiado en serio, como relataba ayer en declaraciones a Los Angeles Times, y le recomendó unos cuantos libros, vídeos, podcast y charlas TED esperando que con eso bastara para saciar su curiosidad. "Pero durante los siguientes dos meses siguió llamándome y enviándome mensajes de texto a todas horas del día y de la noche queriendo discutir sus reacciones a capítulos e ideas específicas", dijo Sacca. "Estaba totalmente obsesionado".

Por su cuenta, Bryant también ganó millones de dólares con su apuesta por la marca de bebida deportiva Body Armor. Su inversión inicial de US$ 6 millones creció hasta los US$ 200 millones después de que Coca-Cola tomara una participación en 2018.

Del mismo modo que el Bryant jugador disponía de un arsenal de recursos en la pista, el Bryant empresario apostó también por diversificar. En 2016, fundó Granity Studios para llevar a la gran pantalla historias sobre el mundo del deporte. Escribió y narró un cortometraje llamado Dear Basketball, que ganó un Óscar y que estos días circula por las redes sociales para ilustrar la grandeza de un deportista convertido ya en mito.

El tercer pilar de su estrategia como empresario fue su marca personal. La Mamba Negra, como se le conoce en el mundo del baloncesto, ha construido su imagen como atleta profesional al lado de Nike. Bryant firmó su primer acuerdo con Nike en 2003, junto con LeBron James y Carmelo Anthony. La marca norteamericana necesitaba un nuevo icono global tras la retirada ese año de su gran generador de ingresos, Michael Jordan, y lo encontró en Bryant.

Desde entonces sus caminos no se han separado. Nike ha lanzado múltiples líneas de zapatillas y equipaciones con la imagen de Bryant. En 2017, la compañía incluso llevó a Bryant al escenario con el entonces CEO Mark Parker en su reunión anual de inversores para celebrar el lanzamiento de la nueva estrategia comercial de la corporación. La casualidad ha querido que fuera precisamente de camino a un partido organizado junto a Nike, que desde 2017 patrocina la liga juvenil para niños de Los Ángeles Mamba League, y en la que participaba su hija Gianna, donde la leyenda del baloncesto moderno perdiera la vida.